Caso práctico 1: Salud de la vesícula biliar
Liz se despertó en mitad de la noche con fuertes dolores abdominales y náuseas, que sospechaba eran una intoxicación alimentaria tras comer una ensalada de lechuga con pollo asado y un trozo de chocolate negro de postre en un restaurante local. Sin embargo, como el dolor persistía, consultó a su médico de cabecera, un médico convencional, que le recomendó una colecistectomía para extirparle la vesícula biliar por sospecha de cálculos biliares y vesícula inflamada. Preocupada por los posibles riesgos de la operación y en busca de una segunda opinión, Liz acudió a mí para que le diera un enfoque holístico a su enfermedad.
En primer lugar, le recomendé que volviera a su médico y le pidiera una carta de derivación para hacerse una imagen del abdomen, incluida una ecografía, que finalmente reveló resultados normales. Tras discutir los pros y los contras de la cirugía, Liz decidió probar un enfoque de terapia nutricional funcional. Le receté suplementos que incluían taurina, enzimas digestivas y curcumina, todos ellos conocidos por favorecer la salud digestiva y la función hepática, promover la disolución de los cálculos biliares y reducir la inflamación.
Lizz experimentó un alivio inmediato tras tomar las primeras dosis de los suplementos y siguió tomándolos con regularidad, sin más episodios de dolor abdominal. Además, con mi orientación, Lizz descubrió que era sensible al gluten, lo que le provocaba sensaciones ocasionales de ardor en el abdomen.
El caso de Lizz demuestra los beneficios potenciales de un enfoque holístico de la salud de la vesícula biliar mediante una terapia de nutrición funcional. En lugar de apresurarse a someterse a una intervención quirúrgica, que puede conllevar riesgos y provocar la pérdida de un órgano importante, Lizz pudo abordar las causas profundas de su afección con suplementos seguros y naturales.